fue una tarde agradable

fue una de esas tardes agradables. Llovia lentamente sobre la ciudad y despues de acabar un encargo decidir llamar a una de esas personas que hace tiempo q no ves para saber de ella; al poco de hablar decidimos quedar para matar el rato libre que ambos teniamos. Me encanta quedar asi, sin previo aviso. Cargado como iba, me dirigi hacia el centro refugiandome en los balcones para no llegar demasiado mojado. Los paraguas chocaban unos con otros en las calles estrechas como en una danza contemporanea. Llegue al cafe en el que habiamos quedado antes de lo previsto y me sente a leer el diario tranquilamente, para mi hay pocos placeres como este: leer el diario del dia en un bar calentito mientras a fuera llueve y la gente va con prisa. La persona que esperaba no tardo en llegar y la converscion tardo en arrancar por los meses de distanciamiento per poco a poco las frases salian sin pensar y hasta habia momentos en los que se acumulaban tantas novedades y recuerdos que teniamos que coger aire, dar un sorbo y poner orden a la conversacion. Se nos hizo tarde y nos despedimos hasta que la casualidad nos volviese a dar un par de horas para ponernos al dia. Sali a la calle, ya no llovia, pero el suelo estaba mojado y una alfombra de hojas cubria la calle, baje la cabeza como para esquivar el viento gelido que llegaba desde el mar y me perdi en la noche hasta llegar a mis casa.