visitas sorpresa

me encantan las visitas sorpresa. esas q llaman a la puerta sin avisar, que se arriesgan a encontrarte en pijama tirado en el sofa o delante del ordenador, pero aun asi vienen y solo abrir la puerta todo lo q tenias planeado hacer aquella tarde, noche o cuando sea q se presente cambia y en vez de cenar un yogur con galletas o las sobras de ayer, rebuscas entre los postes de la cocina y los estantes del congelador en busca de algo para comer dos, aunque sabes q quien ha venido no espera una cena elaborada, pero seguro q la acabais preparando entre los dos mientras os explicais cualquier cosa pq la visita solo ha venido pq pasa por ahi, ha visto tu moto aparcada, le apetecia verte un rato y se ha atrevido a picar. Una vez alguien me dijo q no me podia presentar asi por sorpresa en su casa, en aquel momento no me di cuenta, pero al cabo del tiempo comprendi q no eramos amigos de verdad.
(este post ha sido como una visita sorpresa)